Montánchez... después de todo.
A toro pasado, a todo lo vivido y olvidado en estos meses por fin, he descubierto Montánchez. Mi visión de este pueblo se reducía a un Análisis de la Realidad de cuya realización no quiero acordarme y de mi vida cotidiana en él... pero ¿sabeis qué? Pues que el día 1 me quedé y visité sus emblemas, sus buques insigna, la flor y nata de este pueblecillo que si lo ponen más arriba hacen falta arneses para entrar en él y "¿saben que les digo...?" que aquel paisaje y yo... nos hicimos amigos. Visité el castillo, el castañar... (me picó una castaña pero ese tropiezo no empaña el recuerdo de ese día... aunque si mi dedo que todavía se resiente o mi hombro izquierdo que no tiene tan buen recuerdo de ese día... pero son pequeñas cosas). Me sentí como una niña pequeña descubriendo cosas y todo el rato no paraba de preguntarme a mi misma ¿pero cómo no vine antes?... Lo que quiero decir con esto es que tenemos las cosas al ladito y no las vemos, y esto pasa con todo en la vida. Pasamos por nuestra vida como un huracán y ni que decir, de cómo pasan los otros, los demás esos que nos cruzamos por la calle, en el trabajo... Invito a pararse, a coger aire y mirar alrededor... mientras os decidís a ello, aquí van algunas fotos que hice ese día.
3 comentarios
RAMON R. G. -
Alicia -
ya me invitas si eso.
Manolín -