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Estas cosas mias

Uff cuanto tiempo¡¡¡

Cuanto tiempo sin escribir en el blog, ya he perdido hasta la práctica... pero entendedme entre las vacaciones de navidad,el traslado de centro y de casa... me ha quedado muy poco tiempo. Han pasado tantas cosas en estas semanas que la verdad, no sé bien sobre que escribir, se que podría hacerlo del encuentro en Jarandilla y lo que allí pasó pero eso lo dejo para más adelante y me decidó a comentar el tema del atentado de la T4 sobre el que tanto se ha dicho, no obstante prefiero hacerlo en boca de mi maestro, de Joaquin, del Flaco... de Sabina que rima lo inrimable además, su vinculación con ese trocito del mundo es tan fuerte que sus versos están impregnados de puro sentimiento. Muchas gracias a todos por dedicarle dos minutos a leer esta reflexión, gracias de antemano por dejar las vuestras.

 

A buscarse la vida habían venido
y les tocó la muerte en las rebajas.
No era suya la guerra que han perdido
en el infierno insomne de Barajas.

Hasta Ecuador llegó la mar amarga
del carnicero que reparte luto,
la descarga activó la mano larga
del animal humano, innoble bruto.

Sudacas, moros, negros, ostrogodos,
cayucos sin papeles, naufragando,
hincando las rodillas y los codos.

Todavía los están desenterrando,
esta noche tan vieja, casi todos
somos Carlos Alonso y Diego Armando.

Bendito corazón ultramarino
que muere sin saber de lo que muere,
maldito profesor del asesino
que mata porque ignora lo que quiere.

Maldita sea el hacha y la serpiente,
el cuchillo, el disparo, la amenaza,
la baba al portador, la uña con diente,
el cliente del mudo y su mordaza.

Malditos reyes magos con zambomba,
maldita madrugada desalmada,
maldita maldición en coche bomba.

Bendita arequipeña desnoviada,
uvitas de la ira, sangre en tromba,
margarita de Quito acribillada.

 

Ahí queda eso...

 

1 comentario

Manuel -

La historia de nunca acabar, la sin razón etarra, ¿qué más se puede decir?